LA PROFESIONALIZACIÓN EN LA DIRECCIÓN DEPORTIVA

Antonio Herruzo
Gestor deportivo
direccion@uddea.es

En el entorno cada vez más competitivo del fútbol moderno, la profesionalización de las estructuras internas de los clubes no es una opción, sino una necesidad. La figura del Director Deportivo y del Director General adquieren un papel fundamental no solo en la gestión deportiva, sino también en la viabilidad económica y el desarrollo sostenible del proyecto a largo plazo. Frente a la costumbre aún arraigada en muchos clubes de confiar responsabilidades estratégicas a personas vinculadas emocionalmente al club, la contratación de profesionales formados específicamente en gestión deportiva representa una decisión más eficiente, coherente y responsable.

Un profesional cualificado en dirección deportiva aporta conocimientos técnicos, experiencia en planificación estructural, y una visión integral del funcionamiento de un club. Su formación le permite tomar decisiones basadas en datos, desarrollar metodologías de captación de talento, estructurar la cantera, coordinar cuerpos técnicos y optimizar los recursos económicos con visión estratégica. Todo ello con un enfoque orientado a resultados, pero también a la sostenibilidad.

En contraste, delegar esta responsabilidad en personas cuya principal cualidad es su cercanía o afinidad al club puede suponer un riesgo. La falta de formación específica y experiencia puede conducir a una mala planificación deportiva, fichajes inadecuados y duplicidad de funciones.

Un ejemplo de buena práctica lo representa el Real Betis. En los últimos años, el club sevillano ha crecido con la profesionalización, incorporando perfiles con formación y experiencia contrastada en gestión deportiva, como Antonio Cordón, exdirector Deportivo con trayectoria internacional. Bajo esta estrategia, el Real Betis Balompié ha logrado estabilidad institucional, clasificación europea y un crecimiento económico sostenido. Todo sin renunciar ni a su identidad ni a sus raíces.

Perfiles profesionales vs. esencia de club

Apostar por perfiles profesionales no significa renunciar a la esencia del club, sino fortalecerla desde una base sólida. De hecho, un proyecto deportivo bien gestionado puede respetar la cultura del club y potenciarla a través de una visión moderna, metodológica y sostenible. Esta profesionalización permite además consolidar un proyecto a largo plazo, con objetivos claros, seguimiento de procesos y evaluación constante, lo que minimiza la improvisación y el cortoplacismo.

Los clubes que han optado por este camino, incluso desde categorías modestas, suelen mostrar mayor estabilidad y progresión. La confianza en una dirección formada permite construir una estructura deportiva eficiente, rentable y alineada con los valores del club, favoreciendo tanto el rendimiento deportivo como el desarrollo institucional.

En definitiva, la eficiencia de contratar a profesionales especializados no es solo mejorar el rendimiento del primer equipo, sino dotar al club de una hoja de ruta clara, con decisiones fundadas y sostenibles. La cercanía emocional puede sumar, pero no debe sustituir a la capacitación técnica. El fútbol actual exige gestión, visión y preparación, y solo desde la profesionalización se construyen proyectos fiables y duraderos.

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