RAMÓN CODESIDO
Ingeniero de Caminos
Analista de Datos
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Cada verano, el mercado de fichajes ofrece una radiografía precisa de hacia dónde se desplaza el poder competitivo en el fútbol europeo. Más allá de lo que reflejan las cifras de traspasos, el análisis de los valores de mercado de jugadores que entran y salen de cada club —según datos de Transfermarkt— permite detectar con mayor claridad las dinámicas de concentración y fuga de valor de mercado (y ligado también al talento deportivo).
En el caso de LaLiga, el balance del último mercado deja varias conclusiones: los grandes clubes refuerzan su posición, mientras que buena parte de la clase media se convierte en exportadora de valor.
La concentración del valor en los gigantes
El primer dato que salta a la vista es la fortaleza de Real Madrid y Atlético de Madrid. Los blancos incorporaron futbolistas con un valor de mercado agregado 195 millones de euros superior al de los jugadores que dejaron el club. Los rojiblancos presentan un saldo similar, con +149 millones. Ambos refuerzan así su rol de dominadores de la competición.

El FC Barcelona también registra un balance positivo, aunque mucho más modesto (+44 millones). Este resultado, condicionado por su situación económica, muestra que el club mantiene un saldo favorable, aunque con menor margen de maniobra que sus rivales directos
En contraste, varios equipos de media tabla y aspirantes a Europa cierran el mercado con resultados negativos. La Real Sociedad (–38M), Valencia (–36M) y Sevilla (–23M) han visto cómo abandonaban sus filas jugadores con mayor cotización de la que han podido reponer. Lo mismo ocurre con Osasuna (–21M) y Getafe (–18M). La tendencia es clara: mientras los grandes suman valor, buena parte del resto lo pierde, ya sea por necesidad financiera o por modelo de gestión.
En paralelo, destacan los recién ascendidos. Elche CF (+21,5M), Levante UD (+30,2M) y Real Oviedo (+24,1M) experimentan un aumento significativo en el valor de sus plantillas, un salto que refleja tanto su refuerzo en el mercado como la necesidad de adaptarse a la exigencia de la Primera División

Pero, ¿hacia dónde fluye ese valor?
El segundo gráfico lo ilustra: Inglaterra es el principal destino, con un balance de +94,7 millones, seguida muy de cerca por España (+90,4M). A continuación, aparecen Francia (+49,9M), Italia (+44,8M) y Argentina (+40,2M) como mercados relevantes. En el lado negativo destaca Alemania (–24,7M), junto con otros destinos más modestos como Arabia Saudí o México. Estos datos reflejan que el valor de mercado que pierde LaLiga no se concentra en un solo lugar, aunque Inglaterra sigue siendo el gran polo de atracción.
El reto regulatorio: sostenibilidad vs. competitividad
En este contexto, la normativa económica de la competición condiciona los movimientos. El límite salarial mínimo garantizado —un 30% de la cifra de negocio de cada club— busca asegurar estabilidad, pero obliga a muchos equipos a vender antes de fichar. El reto estructural de LaLiga es claro: mantener la sostenibilidad financiera sin debilitar la competitividad deportiva frente a ligas rivales.



